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martes, 21 junio 2016

Por la Putaendo!

Autor Invitado

Putaendo es un pueblito muy pintoresco de casitas de colores, a 110Km de Santiago de Chile, anclado en el valle del Aconcagua. No tengo claro que hacen sus 1500 habitantes, pero está repleto de botillerías y hay un gran hospital psiquiátrico, saquen sus conclusiones.

Nde: Nuestro autor invitado del día es Mariano Volpedo, Argentino residiendo en Chile, corredor turista, del montón y bastante llorón, amigo de la casa. Ahora se afeito y no nos cae tan bien como antes, cuando tenía esa barba tan particular.

Foto de portada: El Cerro Orolorco visto desde el valle. Todas las fotos son del archivo personal de Mariano, o de la Organización (Latitud Sur Expedition).

Putaendo es el primer pueblo libre de Chile, esto a cuento que San Martin cuando cruzo la Cordillera llego a este caserío, se bajó del caballo y debajo del árbol de la plaza se tomó unos mates, habiendo ahí una placa conmemorativa de ese magno hecho.

Putaendo está a los pies del cerro Orolonco, que debe su nombre a una princesa indígena que se enamoró de un capitán español (no podes!), que fue muerto por los bravos araucanos (se hizo justicia), al enterarse de su muerte, ella subió el cerro y ahí quedo llorando para siempre (típico de mina) creando un manantial que baja eternamente por la ladera sur.

Putaendo es la carrera insigne del circuito de Trail Running de Latitud Sur Expedition (LSE), que cuenta con distancias de 14K, 35K, 60K y 100K. Desde el año pasado vemos en Chile un aumento en las distancias en las carreras, con varios 100 millas, estos 100K de Putaendo vienen a cubrir un espacio, la carrera otorga 5 puntos ITRA que son escasas en estas latitudes para los que buscan puntos para UTMB.

Puta-lento fue tema de comentarios durante las semanas previas, los tiempos de corte publicados fueron exigentes, inquietando a la comunidad local, luego la organización los fue ajustando (poco pero ajuste al fin) para balancear entre exigencia, permisos, regulaciones y seguridad. Así que esta advertido, si va a las distancias ultras de Putaendo no es para trequear, hay que ir a correr, Puta-Lento!!!

A partir de las 19hs, empezó el proceso de registración para 100K y 60K
A partir de las 19hs, empezó el proceso de registración para 100K y 60K

A una hora y media de viaje tranquilo (a menos que te paren los Carabineros y te saquen una multa por el matafuegos), en el pueblo hay alojamiento tipo cabañas para pasar la noche. Llegada, comida, registración, charla técnica y más comida. No vas a encontrar remera (polera) de la carrera ni kit ni hotel de registración, nada de adornos marketineros, esto es para corredores, entrega del dorsal y una charla técnica muy detallada siguiendo el KMZ de Google Earth a cargo de Pablo Garrido, director de LSE.

Indicaciones finales y cuenta regresiva en la partida de los 100K
Indicaciones finales y cuenta regresiva en la partida de los 100K

A las 12 de la noche es la partida de los 100K, acá es cuando uno se transforma de un padre de familia a una drag queen del trail, listo para ser el héroe del día, con todas esas prendas técnicas, equipamiento y comida de astronauta. Ahí en la partida, dejas el bolsito de dropbag que te estará esperando a mitad de carrera en el km. 44.

Putaleendo es una carrera de montaña, que recorre parte de Senderos de Chile, con la subida al Orolonco incluida, que aunque tiene nombre de chica, no tiene nada de dulce, pendientes de más de 20%, sin descanso, y donde este año tuvo en su zona alta nieve por la altura de los tobillos. Arriba se cruza el portezuelo y empieza la bajada, con mucho desnivel, primero con nieve, luego barro y piedras, ahí seguro te va agarrando el amanecer.

Noche fresca, ideal para la carrera, los frontales van dejando la ciudad bajo este tremendo cielo.
Noche fresca, ideal para la carrera, los frontales van dejando la ciudad bajo este tremendo cielo.

El sendero va transcurriendo al costado de un arroyo que cruzas varias veces pero sobre piedras, verde, húmedo, rápido, suave inclinación hasta el dropbag del 44, donde me alcanzo mi musa, amiga y compañera de equipo Pamela Rubilar.

Abastecimientos surtidos y en los puntos indicados en la charla técnica.
Abastecimientos surtidos y en los puntos indicados en la charla técnica.

La carrera no da respiro, enseguida viene la segunda parte alta, ya empujado por mi amigo Alejandro Navarrete, el sendero te monta al filo, subidas cortas pero muy intensas, bajas un poco y vuelves a subir, una prueba de esfuerzo y de paciencia. Si te das vuelta, tenes a los costados el valle, vigilado por el Orolonco, la cordillera nevada más atrás contra un cielo azul y el mostro Aconcagua a la izquierda.

Otra larga bajada que va comiendo piernas por senderos, caminos de motos, anchos, algún pedazos muy pedregoso y por lo tanto resbaladizo, este año había llovido la semana previa y estabas en Suiza, campos verdes, cumbres nevadas, paredes hecha cerro que hay que subir, paso a paso, luego bajada en donde una resbalada con caída de espalda casi me cuesta la carrera.

Les comente que había pacer? En el 73, están esperando y ahí además es horario de corte, los lleva la organización, van esperando a sus corredores y van saliendo con ellos. “Bien, muchachos, pasaron el corte”, nos dijo Pablo a Alejandro y a mí. Llegamos quince minutos antes del corte, era el último, y ahora había que terminar.

Luis Valle, ganador de los 100K, junto a sus dos pacer, Martin y “Chocolate".
Luis Valle, ganador de los 100K, junto a sus dos pacer, Martin y “Chocolate».

En el 75, te espera la última sorpresa del día, hay un filo que hay que montarse, directo, sin sendero, con unos 500 metros de desnivel, una bomba a esa altura. Ese es el sello de LSE, las carreras son duras, exigentes, sólo este año hubo 50% de abandonos en los 100K, pero a esa altura y con el empuje de mi pacer Andrés Tagle podía llegar ese día a la luna.

Km 75, laburando la pared.
Km 75, laburando la pared.

Ya arriba fuimos tomando ritmo y confianza, agua y comida, sales y cafeína, conversa y trote, llegamos arriba al PC del 81 y un broncoespasmo me saca un rato de la vida, si bien era todo bajada solo logro caminar, pero el sendero es mi mejor remedio, cuando entramos me vuelve la energía y vamos moviendo las patitas, troto, camino ancho, troto, va atardeciendo, estamos solos en un camino en el medio de la nada, y eso nos lleva al PC 89.

Ultima subida y selfie de rigor con Andres, el cerro es para disfrutar con los amigos.

Volvemos a montarnos por el sendero que faldea eternamente durante 10 km, me voy, vuelvo, oscurece y hablamos de todo y de nada, quiero que pase el tiempo como van pasando los metros, ultimo faldeos, el parque de las estatuas, la bajada final, las luces del pueblo, y salgo a la calle, voy trotando, voy a terminar, no esperes fotógrafos, ni público, solo el arco y mis compañeros de equipo y esta carrera y este ciclo se han terminado.

09

Ya es lunes, y tengo que llevar los chicos al colegio, me sirvo café en el tazón de finisher que nos dieron a cambio de la típica medalla, y me quedo elucubrando en blanco todos los entrenamientos, todos los cerros, las carreras, los cuatro 100K del último año, la promesa que me hice si conseguía los puntos del UTMB, el aguante de mi equipo Route, el amor de mi familia, todo la aprendido y todo lo sufrido sobre el negro del café hirviendo.

Se me caen unos lagrimones. Por la Putaendo, que estuvo bueno!


Galeria

Algunas fotos más de Putaendo, para que vean la besheza del lugar. [widgetkit id=»29″ name=»16 Putaendo Reporte Mariano»]


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